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Para Jaime Carreño, el equipo fue intimidado por los golpes, la mala intención y la permisividad del árbitro. Asume su responsabilidad frente al planteamiento ofensivo del encuentro, donde dispuso tres delanteros, tridente que no rindió frutos. Entiende que faltó un poco de concentración o cierta viveza para jugar el partido. Sin embargo no hay preocupación en sus palabras, lo toma con tranquilidad e incluso afirmó “a lo mejor perder es bueno”.
La única crítica que hace Carreño del cometido de sus jugadores es que cuando quedaron en contra en el marcador perdieron la capacidad de lucha y eso es algo que no les puede perdonar aseguró “Pipí”, quien enfocó en este tema la intensa charla técnica.
En cuanto al próximo rival, San Luís de Quillota, Carreño fue claro en que van a salir a buscar el rival desde el primer minuto y tratar de ganar el encuentro con meritos propios, apelando a que en Iquique no habrá que luchar ante parcialidades y complacencias por parte del árbitro, como las del pasado sábado en La Calera.
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